Conscientes del desafío que supone la limpieza en los centros escolares y el cuidado de los menores, la ley protege a este colectivo y establece una normativa especial para la limpieza de estos espacios. Covamur selecciona al personal más cualificado para trabajar en la limpieza de los colegios y dispone de un equipo de profesionales formado y sensibilizado con la higiene de este tipo de instalaciones, aplicando la normativa vigente.
Según esta normativa, la aireación y ventilación de todas las estancias, el barrido, la limpieza de polvo por procedimiento en seco o húmedo, son fundamentales para llevar a cabo una limpieza exhaustiva de los centros y eliminar las bacterias.
Chelo Priego, responsable del equipo de limpieza de un centro escolar en Valencia lleva desde el año 2002 trabajando en Covamur. Es responsable de grupo y tiene a su cargo a cinco personas por la mañana y a tres por la tarde. Se dedica a la limpieza íntegra de este centro escolar. “Limpiamos maternales, los despachos de los profesores, los halls de entrada, los pasillos, vestuarios, pabellón, los espacios higiénicos, Infantil, Bachiller y, en resumen, todas las etapas de los niños. Lo hacemos lo mejor que se pueda y un poquito más,” explica Chelo Priego.
En las áreas dedicadas a Infantil y Maternales hay que tener especial cuidado, señala Chelo, “porque son zonas para niños muy pequeños y hay que procurar que todo quede bien desinfectado, ya que se acumulan muchas bacterias. Lo mismo ocurre con los servicios higiénicos, donde más suciedad se acumula”.
Para eliminar los restos de bacterias y que no quede rastro de suciedad “Covamur emplea bactericidas para limpiar el mobiliario sanitario de los centros escolares, “explica Chelo.
Otro aspecto que no podemos pasar por alto es “la limpieza del mobiliario, la desinfección completa de aseos, piletas y fuentes, el mobiliario de aseo, la limpieza de suelos de servicios y accesorios sanitarios, empleando desinfectantes y desodorantes”, añade Chelo.
Con todo ello nunca es suficiente, porque los centros escolares siempre son “una sorpresa, nunca sabes lo que te puedes encontrar”, relata Chelo. Por eso para prevenir, “repasamos siempre las instalaciones y hacemos una limpieza a fondo cada día”.