El ahorro energético no sólo supone un ahorro económico, sino que también permite ahorrar recursos naturales para salvaguardar al medio ambiente. En Covamur somos conscientes de ello y adaptamos nuestra actividad profesional para conseguir un consumo de energía moderado. En este post vamos a desvelar unas pautas para conseguir un mayor ahorro energético a través de la iluminación.
-Para el alumbrado es conveniente utilizar tipos de lámparas de bajo consumo, LED o similar. Una práctica cada vez más habitual, que Covamur lleva muchos años ofreciendo a sus clientes.
-En zonas de paso o de baja ocupación, como pueden ser archivos, etc…, se pueden instalar controles de encendido por presencia, o interruptores de apagado temporizado, evitando consumos innecesarios.
-En zonas de trabajo, resulta fundamental la adecuada distribución de las mesas con respecto a la ubicación de las ventanas, lucernarios y otros puntos de entrada de luz natural. Es importante cuidar la disposición de las mesas, de manera que no se produzcan reflejos en las pantallas de ordenador, ya que estas situaciones muchas veces se resuelven encendiendo una iluminación correctora, innecesaria si la disposición es la correcta. Así como evitar disposiciones en las que el propio usuario genere sombras sobre el plano de trabajo.
-En los espacios de mayor tamaño, como pueden ser zonas de trabajo múltiple, aulas o salas donde normalmente se ordenan los puestos de trabajo de forma cartesiana, resulta una buena medida la segmentación del encendido de las luminarias de techo en líneas paralelas a las fachadas. De esta manera, se puede encender el alumbrado de forma independiente sobre las mesas más separadas de las ventanas, mientras que las más próximas pueden seguir funcionando con luz natural.
No obstante, estas “recetas” de distribución de mesas con respecto a las ventanas pueden tener su contrapartida en términos de menor confort térmico, ya que los espacios inmediatos a las zonas acristaladas son los que sufren mayores pérdidas de calor en invierno y ganancias en verano.
Aspectos que deben estar contemplados en el diseño de los elementos constructivos, o bien resueltos mediante medidas complementarias. Medidas pasivas orientadas a la mayor estanqueidad de las carpinterías y mejores características aislantes de los vidrios, ya que favorecen el confort térmico en invierno y el consecuente ahorro energético.
Medidas pasivas
La disposición de protecciones solares exteriores, toldos, marquesinas y elementos similares, en función de la orientación de las fachadas, reducen en gran medida los efectos del soleamiento directo en verano, mejorando el confort interior y reduciendo las necesidades del clima artificial.
Para concluir, ofrecemos una propuesta que puede parecer superficial pero repercute en gran medida en el consumo de alumbrado, sobre todo en los centros de trabajo de mayor tamaño.
Conviene disponer sistemas, o protocolos, de encendido específicos para las labores de limpieza y mantenimiento de los locales. Éstas se realizan habitualmente fuera de las horas de trabajo, por lo que se prestan a menudo a ser realizadas cuando ya no hay luz natural, generando un consumo extra.
Resulta conveniente implementar medidas, bien de control del encendido por presencia, bien de limitación del número de luminarias suficiente para estas tareas, con el objeto de ajustar al máximo ese consumo.
De entre las medidas expuestas, aquellas que solo implican un cambio de hábito en el uso de los sistemas, suelen resultar las más provechosas y no representan una inversión añadida en su aplicación.