El regreso a las clases es un evento lleno de expectativas, nervios y entusiasmo tanto para estudiantes como para los propios docentes. Sin embargo, detrás de este excitante momento, existe una labor fundamental que garantiza que las instalaciones sean un espacio seguro y saludable: una limpieza escolar profunda.

Sí, asegurar que cada rincón del centro educativo esté libre de patógenos y bien mantenido es un peaje obligatorio para fomentar un ambiente de aprendizaje óptimo. Por eso, en este nuevo artículo del blog de Covamur, vamos a detallar las mejores prácticas y estrategias que los colegios pueden implementar para comenzar el nuevo año académico de la mejor manera posible.

Importancia de la limpieza escolar profunda 

La vuelta al colegio es una ocasión cargada de entusiasmo, pero también de responsabilidades, como vimos en este artículo de Covamur sobre la importancia de la divulgación respecto a la higiene. Y siguiendo esta premisa, los preparativos de limpieza para el nuevo año escolar es otro de esos peajes obligatorios que necesitamos para garantizar un ambiente seguro y saludable.

La limpieza escolar antes de comenzar el nuevo curso es una estrategia esencial para crear un entorno óptimo para el aprendizaje

  1. Salud y seguridad

La limpieza y desinfección en profundidad es sinónimo de eliminación de bacterias, virus y otros agentes patógenos que pueden haberse acumulado durante las vacaciones. El objetivo es establecer un ambiente higiénico ante de abrir las puertas. Es decir, alejado de enfermedades infecciosas.

Para proteger la salud de los estudiantes y el personal escolar hay que poner el foco en todas las áreas de alto contacto. Por ejemplo, los pomos de puertas, los pupitres o los equipos compartidos. Todos estos elementos deben desinfectarse regularmente para minimizar el riesgo de contagio.

  1. Primera Impresión

Un colegio limpio e higiénico causará una buena impresión a los estudiantes, padres y docentes que regresen en septiembre. Además, fomentará un ambiente de respeto y cuidado. Y es que un entorno limpio refleja una gestión excelente y una preocupación por el bienestar de la comunidad escolar.

  1. Mantenimiento de las Instalaciones

La limpieza regular ayuda a prolongar la vida útil de las instalaciones y, por ende, reduce el riesgo de necesitar reparaciones del material y los diferentes equipos técnicos.

Con el objetivo de obtener un ahorro en el largo plazo (y, por supuesto, un entorno funcional y seguro), hay que hacer una limpieza profunda y profesional contra la acumulación de suciedad y polvo formada durante el verano.

¿Cómo planificar y ejecutar la limpieza para el nuevo año escolar? 

Antes de comenzar con la limpieza, es importante realizar una evaluación completa de las instalaciones. Identificar áreas que requieren atención especial, como laboratorios, servicios higiénicos y comedores, ayudará a enfocar los esfuerzos de limpieza. Esta evaluación también permite planificar las tareas según la necesidad y el uso de cada espacio.

Respecto a la programación, es necesario establecer un cronograma de limpieza que detalle las tareas a realizar, los responsables y los tiempos asignados para cada actividad. ¿Qué asegura este proceso? Que ningún área se pase por alto y que todas las tareas se completen a tiempo.

Un buen cronograma tiene que incluir la frecuencia de uso de cada área y un ajuste de las tareas de limpieza.

Técnicas de limpieza escolar 

Estas son las técnicas esenciales para lograr una limpieza eficaz en los centros docentes.

Desinfección de superficies: Debemos utilizar productos desinfectantes de alta eficacia para limpiar todas las superficies de contacto frecuente, como pupitres, sillas, manivelas de puertas y teclados, etc.

Es recomendable utilizar desinfectantes aprobados por las autoridades sanitarias. Este proceso debe realizarse al menos una vez al día, con especial atención a los puntos de alto contacto.

Limpieza de suelos: Los suelos deben ser mopeados, fregados y desinfectados regularmente. En caso de que haya alfombras en ciertas zonas, se realiza una limpieza mecánica de las misma eliminar cualquier tipo de mancha, ácaro o alérgeno. Y en áreas de alto tránsito, como pasillos y entradas, la frecuencia de limpieza debe ser mayor.

Ventilación: La ventilación es imprescindible. Para conseguir el mayor grado, se realiza la limpieza de rejillas y filtros de aires acondicionados y, obviamente, la revisión de sistemas de ventilación para asegurar su correcto funcionamiento. Y es que una buena ventilación reduce la concentración de contaminantes en el aire y mejora la calidad del aire interior.

Servicios higiénicos y comedores: Estas áreas requieren una atención especial debido a su alta exposición a agentes patógenos. Los baños deben ser limpiados y desinfectados varias veces al día, y los comedores deben seguir estrictos protocolos de higiene. Es importante utilizar desinfectantes potentes en estas áreas y asegurarse de que todos los residuos se gestionen adecuadamente.

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